Gracias quiero dar al divino Laberinto de los efectos y de las causa s Por la diversidad de las criaturas Que forman este singular universo, Por la razón, que no cesará de soñar Con un plano del laberinto, Por el rostro de Elena y la perseverancia de Ulises, Por el amor, que nos deja ver a los otros Como los ve la divinidad, Por el firme diamante y el agua suelta, Por el álgebra, palacio de preciosos cristales, Por las místicas monedas de Ángel Silicio, Por Schopenhauer, Que acaso descifró el universo, Por el fulgor del fuego Que ningún ser humano puede mirar sin un asombro antiguo, Por la caoba, el cedro y el sándalo, Por el pan y la sal, Por el misterio de la rosa Que prodiga calor y que no lo ve, Por ciertas vísperas y días de 1955, Por los duros troperos que en la llanura Arrean los animales y el alba, Por la mañana en Montevideo, Por el arte de la amistad, Por el último día de Sócrates, Por las palabras que en un crepúsculo se d